Según se nos dice, los nuevos currículos que van a desarrollar la LOMLOE  se orientarán a enseñar a usar el conocimiento más que a la acumulación de saberes enciclopédicos. No se trata ya de adquirir conocimiento per se sino de que los estudiantes sepan usarlo para así encauzar los flujos de información -y de desinformación- propios de la sociedad actual hasta convertirlos en auténtico conocimiento.

Si algo nos ha enseñado la investigación educativa es que en clase no hay ninguna receta infalible, pero también que existen ingredientes que resultan clave para que cualquier receta termine siendo eficaz para promover el aprendizaje significativo. Estos doce ingredientes derivan de principios básicos sobre cómo aprenden las personas que son universales.

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