No nos inquietemos; responder a preguntas sobre los textos es una actividad útil para mejorar la comprensión lectora, eso sí, su eficacia va a estar condicionada por la selección de textos, por la calidad y variedad de las preguntas y por la información que reciba el alumnado sobre cómo ha sido su respuesta, cuál sería una buena respuesta y por qué sería una buena respuesta.

En este artículo parto de la base de que no existe un método científico de enseñanza de la lectura.

¿Cuál es el mejor método para aprender a leer? ¿Es suficiente con leer textos y responder preguntas sobre ellos para entrenar la comprensión lectora? ¿Cómo podemos mejorar la decodificación? ¿Y ampliar el lenguaje? ¿Basta con enfrentarse a palabras nuevas y memorizar su significado? ¿Qué más podemos hacer? ¿Cómo podemos incentivar que a nuestro alumnado le motive la lectura?

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