No nos inquietemos; responder a preguntas sobre los textos es una actividad útil para mejorar la comprensión lectora, eso sí, su eficacia va a estar condicionada por la selección de textos, por la calidad y variedad de las preguntas y por la información que reciba el alumnado sobre cómo ha sido su respuesta, cuál sería una buena respuesta y por qué sería una buena respuesta.

Según se nos dice, los nuevos currículos que van a desarrollar la LOMLOE  se orientarán a enseñar a usar el conocimiento más que a la acumulación de saberes enciclopédicos. No se trata ya de adquirir conocimiento per se sino de que los estudiantes sepan usarlo para así encauzar los flujos de información -y de desinformación- propios de la sociedad actual hasta convertirlos en auténtico conocimiento.

Tanto las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como las redes sociales han suscitado, ya desde sus orígenes, grandes debates sobre la idoneidad de su uso en el aula por parte de estudiantes, docentes y familias. Estos debates complican las decisiones de los equipos directivos de los centros educativos, que se dividen entre quienes apuestan firmemente por el uso de TIC de manera global y quienes prefieren un uso más focalizado en la propia competencia digital.

Si algo nos ha enseñado la investigación educativa es que en clase no hay ninguna receta infalible, pero también que existen ingredientes que resultan clave para que cualquier receta termine siendo eficaz para promover el aprendizaje significativo. Estos doce ingredientes derivan de principios básicos sobre cómo aprenden las personas que son universales.

Subscribe to memoria